"Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios" (Juan 1:12-13 | LBLA).
Cuando Juan utiliza la expresión "hijos de Dios" para referirse a los creyentes utiliza la palabra griega τεκνα (tekna -plural de τέκνον) en vez del sustantivo υιοι (plural de υἱός).
Según A.T. Robertson, la palabra griega τέκνον (téknon) proviene de la raiz τέκ que significa engendrar (Word Pictures of the New Testament, vol. 5, pág. 11). Juan prefiere utilizar esta palabra griega para indicar que somos hijos de Dios en el sentido espiritual y no como su prole (IBID). Por cierto, la expresión griega τεκνα θεου (tekna theou) significa "niños de Dios."
Cuando Juan afirma en su evangelio y en sus epístolas que Jesús es Hijo de Dios utiliza una palabra diferente: υἱός (uiós), que significa hijo. Veamos: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo (υἱός) unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16 | LBLA).
Del uso por Juan de estas dos palabras griegas que significan hijo, surge la siguiente conclusión: Los creyentes son hijos de Dios por regeneración. Por tal razón Juan dice que a los que creyeron en el nombre de Jesús se les concedió el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacieron según la carne, sino según Dios (Juan 1:12,13).
Los judíos pensaban que ellos podían ser hijos de Dios sin el Logos, o sea, sin Cristo. Jesús tuvo una discusión con los fariseos sobre este asunto (Juan 8:38-47). Juan afirma que son hijos de Dios aquellos que creen en el nombre de Cristo.
Cuando Juan habla de la filiación del Hijo, él implica que Cristo es Hijo de Dios por adopción (Biblia de Estudio Mundo Hispano), por decreto (Salmos 2:7), por engendramiento virginal por el Espíritu Santo (Mateo 1:18) y por su resurrección de entre los muertos (Romanos 1:4), a diferencia de los creyentes que son hijos de Dios por redención.
El Verbo que en el principio estaba con Dios y era Dios junto al Padre (Juan 1:1), consintió en hacerse carne (Juan 1:14). Le fue preparado un cuerpo (Hebreos 10:5) y fue engendrado en la virgen María mediante el Espíritu Santo (Mateo 1:18; Lucas 1:35). El Verbo que estaba con Dios y era Dios fue semejante en todo a sus hermanos (Hebreos 2:17).
El Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros es también Dios único (μονογενης θεος - monogenes theos - Juan 1:18). Juan afirma que el Verbo encarnado es el Dios único que está al lado del Padre (Juan 1:18). Por cierto, es Dios único verdadero, al igual que el Padre (1 Juan 5:20). La palabra griega μονογενης significa "único en su clase" o "solo" (Strong). Según Leon Morris la palabra μονογενης no significa más que "solo o único" (The New International Commentary on the New Testament. John. Pág. 105).
“La palabra griega μονογενης se deriva de ginomai y no de gennao. Etimológicamente hablando, μονογενης no está conectada con engendrar" (IBID). Cristo es único en su clase, único en su γενος" (Word Biblical Commentary, vol. 36, pág. 14).
El autor de la epístola a los Hebreos dice que Isaac era el μονογενης de Abraham. Veamos: "Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo" (Hebreos 11:17 | LBLA). Note el lector que la palabra hijo está escrita en bastardillas, lo que implica que no aparece en el original y fue agregada. Por lo tanto, Isaac fue el único de Abraham.
Lo cierto es que Isaac no fue el único hijo de Abraham. Ismael también fue su hijo, pero, Isaac fue hijo de una manera única, porque era el hijo de la promesa. De la misma forma, Jesús es Hijo de Dios de una manera única. Él es único en su clase y no es hijo de Dios como lo somos nosotros. Cristo como Hijo de Dios posee junto al Padre la naturaleza divina. Los seres humanos no poseen una naturaleza divina; Cristo si.
Cristo es el Logos que en el principio estaba con Dios y era Dios (Juan 1:1). Él se ofreció a sí mismo a Dios para morir por la raza caída (Hebreos 9:14). Se vació de su gloria celestial y tomó forma de siervo obediente (Filipenses 2:7). Por tal razón Juan afirma lo siguiente: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único [μονογενης], para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16 | BJ).
Es el monogenes theos, o sea, Dios único (Juan 1:18). Cristo fue declarado Hijo de Dios y engendrado por decreto (Salmos 2:7). Le fue preparado un cuerpo (Hebreos 10:5). Cristo es Hijo de Dios en una manera única. Como Hijo descendió del lado del Padre (παρά του πατρος) para darlo a conocer. Para el apóstol Juan, Cristo no era un mero ser humano, era el Hijo de Dios. Era divino-humano (Juan 1:18; 5:18-23).
Algunos afirman, al igual que los gnósticos que Jesús fue un mero hombre y niegan su divinidad. Estas personas olvidan que Jesús no fue hijo de José y María, sino de Dios y María. Por lo tanto es divino-humano. Por tal razón en él habita toda la plenitud de la Deidad corporalmente (Colosenses 2:9).
Rafael Montesínos
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